viernes, 9 de julio de 2010

La conversación de los pies de dos carteros.


LA CONVERSACION DE LOS PIES DE DOS CARTEROS


Cierto día se encuentran por la calle dos personas carteros de profesión, eran hombre y mujer cuyos nombre respondían a: Ángel y Carolina.

Al encontrarse de frente se saludaron de la siguiente manera:

¿Hola como te va en este puñetero trabajo?... preguntó Ángel.

Bueno… voy tirando de mis pies haciendo mi trabajo diario ya que no me

queda más remedio… ¿que te parece?... dijo Carolina.

Ángel la miró y le dijo… ¡haber que remedio nos queda es nuestro trabajo!

-Los pies de Carolina dicen a los pies de Ángel…

¡Calla!..., que cara más dura que tiene tu dueño. Nosotros llevando su peso y también el de las cartas, somos los que tenemos todo el derecho a quejarnos y no lo hacemos, pero voy a decirte lo que pienso… ¿vale?

¡De acuerdo!... respondieron los pies de Ángel… habla te escuchamos.

Entonces prosiguieron los pies de la cartera:


¿Que te parece la vida tan perra que llevamos?...

Los pies del cartero contestaron:

No nos queda mas remedio que andar y andar de aquí para ya, llevando buenas y malas noticias hasta que nos jubilemos.

Entonces dijeron los pies de la cartera:

¡Este trabajo nos han echo los pies una mierda. Estoy hasta los talones por no decir lo que estoy pensando.

¡¡Ala, ala!! -dijeron los pies del cartero- tu solo piensa en ti y en la vida que te

espera. Estamos en primavera, espera que llegue el verano y veras lo que es bueno.

¡¡Ay, ay!! –Exclamaron los pies de la cartera- que mal me encuentro.

Entonces preguntaron los pies del cartero:

¿Qué te pasa?... ¿de que te quejas?...

Los pies de la cartera contestaron… ¡¡mira!! por un instante he notado como me apretaban los zapatos. Sin darme cuenta me he puesto a sudar como una esponja, los pies me dolían y sentía un doloroso escozor debido a las ampollas que me habían echo los zapatos. Los callos iban engordando hasta salir de los zapatos…

¡¡que mal lo he "pasao"!!

¡Oye, oye, -exclamaron los pies del cartero- que todavía no ha "llegao" el verano y mira como estáis ¡espabilar!

¿Cómo estamos?... preguntaron los pies de la cartera.

¿Que cómo estáis? –Respondieron los pies del cartero- ¡ja, ja, ja, ja, ja… estáis sudando como cerdos.

¿Sabes que me ha "pasao"… -preguntaron los pies de la cartera para a continuación seguir diciendo-:

Por un momento pensé que ya estaba aquí el verano, y sin darme cuenta, sentí que no podía andar y me quedaba cojo… ¡¡que dolor y que calor!!

Se dijeron los cuatro pies al unísono… ¡¡adelante!! Nosotros seremos pioneros de nuestro trabajo y daremos ejemplo a estos dos flojos. Los llevaremos haber si aguantan el calor del verano.

Entonces dijeron los pies de la cartera que tanto se quejaban:

¡¡Macho!! ¿Tú no sabes que este me lleva a cien por hora? Nosotros no aguantaremos. Mira a tu jefe, y mira al mío… ¿que te parece como esta de gordo?, solo de mirar para arriba empiezo a sudar como una "chacha" cuando esta haciendo una limpieza a fondo.

¡¡Mira!! Mira al tuyo –contestaron los pies del cartero- y veras la diferencia del cuerpo, es la mitad que el de mi jefe, a si que no te quejes, seguro que tu jefe come la mitad que el mío, y para que veas lo contento que estoy, voy a bailarte un pasodoble.

-Sin pensarlo dos veces los cuatros pies se pusieron a cantar y a bailar.

¡¡Que viva España!!…….Ole, Ole, Oleeeeeeeeeeeeee.

¡¡Estamos sudando!! ¿Seremos tontos? –Exclamaron los pies de la cartera-

¿Como hemos caído en la trampa de sufrir el agotamiento físico sin haber empezado la jornada? Apenas hemos bailado un poco y ya estamos cansados, ¡¡yupi, yupi!! Que contentos estamos, esperaremos que llegue el verano y tendremos mucho tiempo para quejarnos.

Bueno ya esta bien –respondieron los pies del cartero- … sigamos nuestro trabajo y esperamos volver a vernos muy pronto y sin callos en los dedos.

¡¡ja, ja!! Eso va a ser muy difícil –respondieron los pies de la cartera-

¿No te acuerdas de aquella canción que cantaba Emilio el moro que decía asi?...

-Baldomero necesitas para pelarte veinticuatro peluqueros…-

-Baldomero y tus pies tienen más callos que los pies de un cartero…-

-Baldomero rompe botas tu me busca la ruina si te duele la cabezota, porque tienes una bola que es mas grande que la China.

¡¡ja, ja, ja!! que gracioso eres –dijeron los pies del cartero- ¡¡ bueno se hace lo que se puede!!, solo quería distraer la mente y así olvidarme un rato del verano que ya esta a la vuelta de la esquina para hacernos la puñeta.

Este relato es una creación de las muchas que he hecho a lo largo de mi vida.


ALFONSINA QUESADA MOYA


Nueve de julio de 2010


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